En la sartén donde vayamos a hacer la tortilla, calentar suficiente aceite de oliva para que los espaguetis sofrían bien. Para entendernos, no tanto aceite como para las patatas de una tortilla, pero bastante para un sofrito.
Añadir la pasta y dejar que se sofría bien por todos lados. Si llega incluso a ponerse un poco crujiente no está mal, aunque no es necesario.
Mientras batir los huevos que vayamos a utilizar en un bol.
Añadir la pasta a los huevos, mezclar, y verter esta mezcla en la sartén caliente.
Proceder como para una tortilla normal: cuando debajo haya cuajado y arriba no esté demasiado líquida, dar la vuelta a la tortilla y dejar que se haga por el otro lado.
En Italia se aprecia que una tortilla esté bien dorada, no pálida: pero esto ya va al gusto de cada uno.