En una sartén amplia calentar el aceite y si se puede añadir también un poco de mantequilla.
Añadir los filetes y dorarlos por ambos lados (según el grosor del filete hará falta más o menos tiempo, pero no deben quedar hechos del todo, sólo sellados por fuera).
Añadir la leche, que cubra justo la carne.
Añadir el queso Grana o Parmigiano rallado, ¡abundante!
Dejar que la salsa se vaya adensando a fuego medio-bajo. Es posible que se separe un poco, no es problema, quedará igual de rica. En el tiempo que se termina la salsa, la carne también debería haber llegado a punto, pero si tienes dudas controla en uno de los trozos más espesos.Controlar el punto de sal al final -la leche y el queso llevan mucha sal y es posible que sea suficiente sin necesidad de añadir más.