La pizza tiene muchas formas, tamaños, espesores. Todos son válidos, si la pizza es buena. ¿Qué hace buena una pizza? Una masa bien fermentada, bien horneada, unos buenos ingredientes, en unas cantidades adecuadas. Como ves, no he dicho nada de cómo debería ser la masa, si fina o gruesa, si de borde alto o no, si crujiente o esponjosa. Porque el éxito de la pizza está en que su único límite es que esté buena. Luego está la visión napolitana de la pizza, pero hoy no es el día de ofender a nadie (y de todas formas, incluso en Napoli la pizza ha ido cambiando, eh).


Todo esto (iba a escribir mucho más, pero lo dejo para una intro de la newsletter) para recordar a quien está en Coruña que tiene la suerte de tener Alla Romana, entre la Franja y San Nicolás.
Pizza al corte (y algunas focaccias rellenas, que no dejan de ser pizza blanca con relleno), con una masa de borde crujiente, pero interior ligero, con buenos ingredientes y a unos precios que yo no quiero decirlo demasiado alto que luego los suben.
Mi recomendación es que no os dejéis llevar solo por el más es más, las más cargadas que están ricas también, pero dejad un hueco por las más simples, porque está bien recordar que la felicidad se puede alcanzar con una sencilla pizza de queso y tomate.


La que me sacó gemidos de placer fue la Doble margherita, que es lo que dice: una pizza margherita, doble porque va doblada sobre sí misma.



La Bresaola (cecina) era rica, con la rucola y los cherry haciendo contraste con el embutido, la Épica (sin tomate, con guanciale, roquefort y cebolla) bien sabrosona y la Mortazza (que es como se llama a la mortadella en Roma) relativamente ligera gracias a la base de calabacín.



El local es pequeño, hay 3-4 mesitas altas donde comer felices, pero puedes llevarte todo a casa y calentarlo en tu horno. Yo porque vivo a 100 kilómetros, porque si no tenía una noche de pizza fija ahí.
Alla Romana
Rúa Florida, 41 – A Coruña
@pizzeria.allaromana
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