Cuando vamos y volvemos por el lado occidental de la península (una forma larga para decir: por la vía de la Plata) Salamanca pilla a medio camino.


En noviembre paramos de vuelta a casa, después de haber dormido en Béjar. Necesitábamos un café en condiciones, después de malos torrefactos (no es una tautología: el torrefacto es malo, sí, pero he descubierto que encima puede ser mal hecho, peor aún) necesitaba la seguridad de un café rico.


Afortunadamente Carolina Di Stasio me había recomendado Cafe y Queso. Un local minúsculo en pleno centro -pronto abrirán otro local más grande, La drupa cafe – perfecto para tomar el café para llevar, aunque hay una mesita pequeña para disfrutarlo in situ.
Trabajan con San Agustín, Zeri’s coffee roaster e Ineffable coffee y le ponen mucho cariño a lo que hacen.
CAFÉ Y QUESO
C. San Pablo, 33
Salamanca
abre de lunes a jueves mañana y tarde, viernes y sábado solo mañanas
Deja un comentario