Hay dos tipos de tiendas de productos italianos. Están las tipo supermercado -se encuentran solo en Madrid y Barcelona que yo sepa- y alivian la morriña de los italianos en el extranjero. Galletas, pasta, arroz, conservas de lineal a precios más humanos y para el día a día.
Luego están las boutique, aquí las llamaríamos gourmet, con productos más escogidos, para una ocasión especial o un regalo.
Me gustan e interesan ambas, sobre todo si puedo poner cara a quien las lleva. Siempre les pregunto lo mismo: ¿qué es lo que más vendéis? ¿Qué tenéis que explicar más? Os encantan las bases de pizza, las salsas listas de tomate, el aceto y el pesto, y si pudierais compraríais burrata todos los días, desde Coruña hasta el Puerto de Santa María.
Cuando estoy de viaje y hay alguna tienda italiana intento parar a conocerla. Me faltan muchas, lo sé- soy humana y mientras no llegue a 300 suscriptores de pago llego a lo que llego. Casa Longini es la criatura de Silvia y Mynor, italiana y guatemalteco, abierta desde el año pasado en el centro de Salamanca. Silvia es de Parma -cuna del Parmigiano, del prosciutto crudo (me imagino sus conversaciones en Salamanca), y vecina de la producción de aceto balsámico, mortadella y todas esas cosas que nos hacen salivar. A la tienda, me decía Silvia ayer, traen productos que no se encuentren en supermercados, para diferenciarse. En redes se va quitando la vergüenza y hace videos para explicar los productos.
Además de pasta (de Molise), arroces (de Piamonte), conservas de tomate (de Campania), y taralli y galletas y salsas, tienen una pequeña sección de frescos: guanciale (se vende por piezas) y Parmigiano traído de su propia tierra. En una ciudad como Salamanca, donde la cocina italiana brilla por su ausencia, que este negocio funcione ¡me da mucha alegría y esperanza!
CASA LONGINI
Cuesta de la Raqueta 1
Salamanca
@casalongini
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