Menos de 24 horas en Madrid, un viaje casi improvisado -en el sentido que hasta 3 días antes no sabíamos cuándo teníamos que ir- para que Jorge participara en el espacio de Extremadura en Fitur para hablar de La Siberia Biosfera y de su gastronomía. ¡Qué mejor ocasión para concluir las publicaciones temáticas sobre La Siberia!
Las tres veces que hemos pasado por la comarca hemos podido probar de todo: os lo dejo sin orden.
Chuletitas de cordero en el Paco’s (Herrera del Duque)
Tasajo en el Bar el Andaluz (Villarta de los Montes). El tasajo es carne de venado adobada y curada, que se saltea en sartén al momento de comerla.
No recuerdo cómo estaban los churros, pero lo mejor de la Churreria Since 1996 es que la llaman «since» tal cual (Herrera del Duque)
El Pichucho es el primer sitio donde paramos a comer, un caluroso día de junio. Allí probamos el escarapuche, delicioso sobre todo por su «vinagre de madre». El escarapuche es un plato de aprovechamiento: la carne hecha a la parrilla se recorta y aliña con aceite y vinagre, cebolla y tomate. Es decir, una ensalada de tomate, cebolla y carne a la parrilla. Si te parece poco, es que no lo has probado.
Ajoblanco de la Siberia en el Bar Marina (Herrera del Duque)
Tortas fritas para desayunar en Paco’s (Herrera del Duque)
Migas al estilo de Helechosa para desayunar en Apartamentos Las Tres Peñas (Helechosa de los Montes)
Arroz con liebre, hecho por Eusebio Fernández de Pago de Casasola, la única bodega en la reserva (Castillblanco)
Bollo rico (de nombre y de hecho) en el horno Canelilla El Chorro (Villarta de los Montes)
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