Un aperitivo rápido, fácil y barato. No son mejillones tigres y creo que no se parecen a los mejillones gratinados que se hacen en Galicia. De hecho el gallego de casa los ha comido sin mucho comentario porque, se sabe, Galicia con los mejillones es un poco como Italia con la pasta.
Pero aquí vengo yo, a proponer un bocado rico, donde el dulce de los mejillones se mezcla con el salado del queso, el picante de la guindilla, el verde del perejil y el ajo.
Si aún crees que pescado y queso no se llevan bien, lee lo que escribí hace un tiempo para El Comidista – en este caso el mejillón debería tener un sabor bastante potente para poder aguantar a todo lo demás. Para esto en la receta recomiendo usar mejillones bien llenos, mientras que los pequeños los podemos dejar para picar o, junto con el liquido que soltaron al abrirse, para un arroz.
material
- horno
Ingredientes
- 1 kg mejillones
- 2 dientes ajo
- 1 manojo perejil
- 250 ml aceite de oliva virgen extra
- guindilla
- pan rallado o miga de pan
- Parmigiano reggiano o Grana padano o Pecorino Romano
Elaboración paso a paso
- Limpiar bien los mejillones: rascar las conchas para eliminar la posible suciedad y ayudándonos con un cuchillo eliminar las barbas, tirando fuerte hacia la base del mejillón. Naturalmente los mejillones que estén abiertos o rotos se van a la basura.
- Preparar el relleno: rallar el queso, picar finos el ajo y el perejil, si se usa miga de pan picarla con el cuchillo. Pone todo en una batidora (aunque también se puede mezclar todo con tenedor en un bol) y añadir aceite de oliva virgen extra hasta conseguir la textura deseada. Probar y rectificar al gusto.
- Calentar el horno a 180ºC.
- Poner los mejillones en una olla donde quepan, tapar y poner a fuego fuerte. Agitar la olla un poco para que se distribuyan bien, y en 5 minutos deberían haberse abierto. Necesitamos sólo que se abran para poder separar las conchas, aunque queden aparentemente crudos (que tampoco lo están) ya terminarán de hacerse en el horno.
- Preparar una fuente que pueda ir al horno, poniendo un poco de aceite de oliva en el fondo. Sacar los mejillones de la olla, guardando el líquido que han soltado para otra preparación (un arroz quizás?). Separar las conchas de los mejillones descartando las mitades vacías y guardando las mitades llenas. Si tenemos demasiados mejillones, damos preferencia a los más grandes -los pequeños se pueden usar para acabar un arroz o para un paté.
- Rellenar los mejillones: poner una cucharadita, más o menos, de relleno encima de cada mejillón y distribuir. Disponer en la fuente de horno. Añadir un hilo de aceite de oliva y pasar al horno caliente unos 10 minutos.
Pat dice
Sí pero no. Es decir, sé perfectamente que la receta existe y de hecho no hay una manera mejor de hacer un gratinado, pero sigo siendo talibana en cuanto a los amoríos queso-pez… o será que es porque soy rara y no me gustan los mejillones? En cualquier caso tienen una pinta estupenda (viva la inconsecuencia!), a lo mejor me animo y todo.