Me estoy reconciliando con Ottolenghi -al principio lo adoraba (cuando desde lejos oíamos hablar de sus tiendas en Londras), luego lo odié (porque todos lo adoraban y una necesita estar a la contra) y ahora le aprecio.
Estoy haciendo, poco a poco, todas las recetas de Simple que encajan con mi dieta: no carne, no pescado, poco o nada de queso, sí yogur.
La sopa de pepino con coliflor y almendras estaba muy rica (un poco menos de ajo para mí), y confirmé mi teoría de que las recetas de Ottolenghi son como las instrucciones de Ikea: no tienes que entender qué estás haciendo, tienes que hacer exactamente lo que indican, todo tiene su por qué. Bueno, a veces no son necesarias TODAS las especias, pero saber qué te puedes saltar y qué puedes sustituir es algo que se aprende con el tiempo.
La coliflor queda estupenda: hervida 10 minutos en un agua aromatizada con jengibre y menta, parece una tontería, pero es perfecta de tiempo y sutil de aroma. La sopa de pepino es abundante, a mí me sobró casi la mitad y en la nevera sirvió los días siguientes para acompañar una ensalada de tomates, un arroz blanco… Korma dio su visto bueno.
El arroz con tomates asados.
Yo usé la olla de hierro fundido (no hace falta que compres una Le Creuset, en mi opinión altamente sobrevalorada, con ese precio). Yo tengo tres, una de Casa y dos de Ikea. En Lidl suelen tener un par de veces al año y tienen una pinta estupenda: con 30-40 € compras un cacharro muy útil. Pero puedes hacer esta receta con una fuente de horno.
Se empieza asando tomates cherry y ajo (mucho) una hora, después se añade arroz basmati, agua caliente, cilantro (se nota poco una vez cocinado), se sella bien con papel de aluminio y otros 20 minutos al horno. Mínimos esfuerzo, máximo resultado.
Es 1 hora y media de cocción, pero puedes romperla en dos: un día asar las verduras, y en otro momento acabar con el arroz. Dos recetas vegetarianas, no aptas para enfermos.
Deja un comentario