La reacción es siempre la misma.
-Tortilla de ¿qué?
Tortilla de pasta, sí señor. Como una de patatas, pero con pasta. Para ser más exactos, con spaghetti. Y en mi casa, con spaghetti con tomate.
La receta canónica es napolitana, la frittata di maccheroni, y yo siempre la he visto en blanco. Hacerla bien es un arte, ya que a la vista casi no se debe ver el huevo, sólo los espaguetis dorados que milagrosamente hacen como un nido crujiente. Para que tengáis una idea, mirad esta frittata di maccheroni de la pizzeria Donna Regina de Nápoles. Yo la comí hecha por una mamma napolitana, y creo que después de eso puedo ya morir en paz.
En mi casa siempre fue un plato de verano de aprovechamiento. Cuando sobraba pasta al sugo -espaguetis con tomate- al día siguiente se pasaban por la sartén solos o con unos huevos. Que sea algo de verano me lo confirma Jeanne Caròla Francesconi, autora del libro clásico La Cucina Napoletana:
«Quando si organizza una gita in comitiva con colazione al sacco ed ognuno cucina per tutti gli altri il piatto di sua specialità, c’è sempre qualcuno che annunzia: «Io vi faccio una bella frittata di maccheroni!» (è da notare che il napoletano non userà mai per un cibo l’aggettivo «buono» ma sempre quello di «bello», quasi a sottolineare che l’aspetto è indice della buona riuscita e che una pietanza la si gusta anzitutto con gli occhi) perché questa pizza, soda compatta e uniformemente dorata che si può tagliare a fette e mangiare fredda, costituisce quasi sempre la base di una colazione da pic-nic.»
(Jeanne Caròla Francesconi, La Cucina Napoletana, 2013)
«Cuando se organiza una salida al campo con picnic y cada uno cocina para los demás una especialidad suya, siempre hay alguien que anuncia: «¡Yo os preparo una bonita tortilla de macarrones!» (hay que notar que el napolitano no utilizará nunca el adjetivo «bueno» para la comida, si no siempre «bonito», casi como si subrayara que el aspecto es el índice del buen resultado y que un plato se come ante todo con los ojos) porque esta tarta, soda y compacta y uniformemente dorada que se puede cortar en lonchas y comer fría, es casi siempre la base de una comida de picnic.»
Notas
Para que esta receta salga bien ten en cuenta:
- la pasta debe ser espaguetis, porque se mezclará mejor con el huevo y quedará una consistencia mejor con el huevo
- los espaguetis pueden ser en blanco (sólo con aceite por ejemplo) aunque lo más normal es que sobre una pasta ya aliñada. En este caso debería ser una salsa sencilla de tomate
- es importante que sea pasta que lleve echa un rato (idealmente es la que ha sobrado del mediodía o de la noche antes): que esté fría
- añadir la pasta fría al huevo dará una tortilla triste y blanda: hay que repasar la pasta por la sartén con aceite para que quede incluso casi crujiente
Ingredientes
- espaguetis sobrados de la comida anterior (en blanco o con tomate)
- huevos según la cantidad de espaguetis
- aceite de oliva
Elaboración paso a paso
- En la sartén donde vayamos a hacer la tortilla, calentar suficiente aceite de oliva para que los espaguetis sofrían bien. Para entendernos, no tanto aceite como para las patatas de una tortilla, pero bastante para un sofrito.
- Añadir la pasta y dejar que se sofría bien por todos lados. Si llega incluso a ponerse un poco crujiente no está mal, aunque no es necesario.
- Mientras batir los huevos que vayamos a utilizar en un bol.
- Añadir la pasta a los huevos, mezclar, y verter esta mezcla en la sartén caliente.
- Proceder como para una tortilla normal: cuando debajo haya cuajado y arriba no esté demasiado líquida, dar la vuelta a la tortilla y dejar que se haga por el otro lado.
- En Italia se aprecia que una tortilla esté bien dorada, no pálida: pero esto ya va al gusto de cada uno.
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