España ya sabe que la carbonara no lleva nata. Un paso está hecho.
Lo siguiente será explicar que la frittata no es una quiche repleta de queso y sobre todo que no se acaba en el horno.
La frittata. es. Una. Tortilla.



Solo que en Italia se hace de una forma y en España de otra. La diferencia principal es que a menudo (pero no siempre, no es lo que la define) lleva algo de queso rallado junto con los huevos. Pero es obvio, ahí echamos el queso rallado a casi todo, ¡es un sustituto de la sal prácticamente! Las frittatas suelen ser de verdura -calabacines, espinacas, cebollas -no juntos, por separado. Frittata di zucchine, frittata di spinaci… Existe también la frittata di patate, pero igual no queréis saber más. Ayer aún hacía calor, hoy he decidido que estamos a las puertas del otoño así que ahí va esta frittata de zucca, es decir calabaza. Es fácil, es ligeramente dulzona por la cebolla y la calabaza, y está rica. La pimienta negra le va muy bien, porque hace un poco de contraste con la calabaza (en general en la vida).

Ingredientes
- aceite de oliva virgen extra
- 1 cebolla media
- 250 g calabaza
- 6 huevos
- 50 g Parmigiano reggiano o Grana Padano
- pimienta negra
Elaboración paso a paso
- Pica o corta fina la cebolla (según cómo te guste más) y póchala en poco aceite de oliva.
- Añade la calabaza en daditos, añade poca sal, cubre y deja que se haga.
- En un bol bate los huevos, añade el queso rallado y abundante pimienta negra.
- Pon la calabaza cum cebolla en los huevos, mezcla y procede como para una tortilla: deja que se haga por un lado, a fuego bajo y tapada (para que se vaya cuajando arriba), dale la vuelta, voilá.
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