Hola marzo, hola primavera -yo me enteré de que hay países donde la primavera oficial empieza hoy, y no el 21 que sería la primavera astronómica. Después de vencer mi superioridad eurocéntrica te diré: a favor. Porque el aire ya huele distinto, si hay sol ya brilla de otra forma, así que ¡hola!
En la newsletter de hoy hablo de punto de vista, de lo que es real y de lo que es confort alimentario patrio-narcisista. De lo difícil que explicar algo -la cocina en mi caso, pero en el fondo sabemos que la cocina es solo una excusa para todo lo demás – de una forma intelectualmente honesta, sin atajos facilones, sin soltar juicios tajantes y sobre todo sin buscar el paraguas de lo tradicional.
Cuando os explico cosas italianas intento hacerlo a partir de lo que conocéis (bien o mal da igual). Usar la muletilla del «facile e divertente» por ejemplo es útil para establecer una relación entre vosotros y yo: os quiero decir que conozco esa referencia cultural, y que hay un nexo entre nosotros, un terreno común. No llego desde fuera a deciros bla, bla bla, sino que estoy entre vosotros.
Pero si os hablara solo de lo que conocéis (o de lo que decís que queréis conocer) no saldría de la burrata y el acento balsamico, de la mejor pasta y de la carbocrema. Así que hablo algo de eso (explicando, contextualizando, si creo que algo falla digo qué…) y luego intento introducir otros temas que me parezcan relevantes. El fin, para mí, es pensar: razonar sobre lo que comemos, por qué nos gusta de una forma y no otra, qué pasa si introduzco un cambio, y siempre siempre siempre intentar mirar desde otro punto de vista.
También en la newsletter: además de los libros, canciones y películas del mes, todas las comidas (excepto las de estos últimos dos días, que no llego) y los enlaces de siempre que son, si cabe, cada vez mejores.
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