Consecuencias de Gastrol·lar: conocer Rebeca y Víctor y su kombucha Sede.
La suerte y la casualidad: pusieron una mesita en la pausa café del primer día de ponencias, y mientras probábamos sus kombuchas nos comentaron que su ‘kombuchería’ estaba en el pueblo a menos de 200 metros, si queríamos ir a verla…



Nunca digo que no a un productor que me invita a visitar sus instalaciones (y pongo una gran cruz encima de aquellos que, cuando intentas visitarlos, te sacan excusas raras para no ir. «No es la mejor época», «el campo ahora no luce»… mala señal) así que me salté una ponencia y fui a ver las instalaciones de Sede: un garaje anexo a una casa en Bueño. Los SCOBYs y los tanques de kombucha virgen nos tuvieron un buen rato hablando. Porque antes que emprendedores Rebeca y Víctor son apasionados autodidactas, así que pronto estábamos hablando de kimchi, chucrut, pan y más cosas vivas comestibles. Poner cara a un producto es lo que más me gusta de mi trabajo -y las primeras impresiones raras veces me traicionan. La kombucha de Sede me encantó -no demasiado dulce, ni siquiera la ‘virgen’, la base sin ningún saborizante- pero la aprecio más aún después de haber conocido a quien la hace. Se puede comprar on line a través de su web (que tendréis que buscar, aquí no se da todo masticado), aunque su producción es pequeñita!

De recuerdo y de regalo ❤️ me llevé una botella de kombucha de hibisco (muy curiosa, con un punto más ácido y con mucho olor a levaduras: o te encanta o no te gusta). Y anoche hice un pedido porque las cosas buenas hay que apoyarlas.
Kombucha SEDE https://www.kombuchasede.com/
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