Por favor, un sitio como La Nueva Allandesa en cada cabecera de comarca.
Claro que la aventura para llegar antes de que cerrara la cocina -desde Foz, por una carretera malísima, con lluvia y niebla- también añadió sabor a la experiencia. Pero qué gusto encontrar un buen pote, con mucha berza y los avíos al lado (no sé si a eso también le llama compango o cómo se llama, pero nos entendemos: la chicha, el chorizo, el tocino), y un pastel de verduras con salsa para mojar, y un repollito relleno de ternera -y ternera guisada, no picada, que eso también lo vi en algún sitio.
La sala medio llena, muchos peregrinos -desde aquí de sube a Hospitales-, el agua en jarra de litro, y una sensación de confort de otros tiempos que lo sé, no se puede crear ex novo, pero se puede mantener cuando ya existe. Lo que comimos nosotros se corresponde con el menú del peregrino (sin credencial) 21€, con pan, bebida y postre. La parte hostal ya es otra cosa, un poco justita (y el desayuno ya mejor salir a una cafetería).
LA NUEVA ALLANDESA
C. Donato Fernández, 3
Pola de Allande (Asturias)
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