El producto, el producto, el producto. La sostenibilidad. La técnica. El terroir. Y luego vas a los templos del producto y no hay ni una hoja verde. #notallrestaurants por supuesto, pero es tristísimo ver qué poco se miman las verduras. Y no le echemos la culpa a los cocineros -alguna tienen, pero sobre todo ellos ponen lo que nosotros pedimos. Una buena verdura de temporada tiene igual valor que un buen pescado -y a menudo cuesta menos. No hablo de guisantes lágrima, o de setas silvestres. Hablo de grelos, repollos, coles de bruselas, zanahorias (pero lo buena que está una zanahoria fresca de verdad?), lechugas, tomates, pimientos. Hablo de que en invierno en Galicia debería poder hincharme a grelos y nabizas, tratados con la creatividad que se aplica a todo lo demás, reverenciados y adorados. En fin. Y las anguilas se están extinguiendo, nos las hemos comido todas: no las pidáis, no las comáis, ni pequeñas ni grandes.
Deja un comentario