Una variante sencilla de la panna cotta a la vainilla, óptima para dar salida a ese bote de amarene que has comprado en un momento de locura temporal, quizás porque me leíste hablar de ellas aquí o aquí. Las de Fabbri son las clásicas, pero últimamente las he visto a veces en Lidl o en Aldi. Un bote de amarene se conserva mucho tiempo y se usan pocas de cada vez si eres un ser humano normal -por eso cuando las encuentro compro dos o tres botes, porque no sé cuando volveré a dar con ellas.
¿Qué son las amarene?

Una amarena es lo que en español se llama guinda. Es el fruto del guindo (duh), o sea el Prunus cerasus y es familia cercana de la cereza, que crece en el Prunus avium. Igual que la guinda, la amarena no se suele comer cruda porque es muy ácida. Y mientras que en España se suele conservar en alcohol, en Italia nos ha dado por el azúcar.

notas
- Si sabes calentar leche en un cazo puedes hacer esta panna cotta. El único cuidado que hay que tener es, como en todas las panna cottas, no tener prisa para meterla en el molde: si se enfría totalmente allí es posible que la gelatina se sedimente en el fondo y al darle la vuelta quede separada. Esto es si quieres servir una panna cotta como hay que servirla, es decir, desmoldada.
- Los moldes más prácticos para una panna cotta son las flaneras de acero. Yo suelo usar unos muy pequeños, pero puedes subir de tamaño sin problema. En esta panna cotta, debido a cómo están incorporadas las amarene, es bastante importante desmoldarla y no servirla en el molde.
- Con la cantidad de gelatina que indico sale una panna cotta bastante bailonga: si quieres asegurar estabilidad, sube un poco (un par de gramos!). No indico el número de hojas porque cada marca tiene unas medidas un poco distintas. Si no tienes una báscula de precisión, sencillamente mira el peso total del paquete de gelatina y divide por las hojas que lleva, así sabrás el peso de cada una.

Ingredientes
- 500 ml nata 35% m.g.
- 70 g azúcar
- 6 g gelatina
- amarene (guindas confitadas)
Elaboración paso a paso
- En un bol con agua fría poner la gelatina en remojo para que se hidrate. Añadir las hojas de una en una para que no se peguen entre sí y se hidraten mejor.
- En un cazo juntar la nata y el azúcar. Calentar y mezclar para que se disuelva bien el azúcar.
- Coger las hojas de gelatina, escurrirlas bien apretándolas en la mano, y añadirlas a la nata mezclando con una cuchara. Apagar el fuego y dejar reposar unos minutos. Mezclar de vez en cuando.
- Poner un par de cucharaditas del jugo de las amarene en el fondo de los moldes. Con cuidado verter la panna cotta en los moldes y dejar que llegue a temperatura ambiente.
- Antes de poner los moldes en la nevera poner una guinda en cada uno. Dejar que cuaje en frío por lo menos 4 horas y preferiblemente 6 (o la noche anterior para el día siguiente).
- Al momento de desmoldar la pannacotta, si los moldes son de metal pasarlos muy rápidamente por agua caliente (es suficiente el agua caliente del grifo), luego volcarlos en los platos de servicio.
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