La pannacotta de naranja que tomamos en Nochebuena: caso práctico.
Esta foto es la buena: esa es la textura límite de una pannacotta, para mí. Un punto menos de gelatina y se deshace totalmente. Un punto más de gelatina habría estado bien, mucho más que eso no, demasiado dura.
Ahora mira esta pannacotta: el platito es el mismo pero la foto es de noviembre. Esa textura, recachutada, no está bien. La pannacotta no es una gelatina de nata, o al menos no deberías pensar en ‘textura gelatinosa’. Hice el error de seguir una receta al pie de la letra -cosa que en general no es mala idea, pero con la pannacotta ya sé que mis medidas (12 gramos de gelatina por litro de nata) raramente fallan. En este caso, sobre medio litro, había añadido 10 gramos, una barbaridad.
Ventajas de esta receta: todas.
- es facilísima de hacer
- es rapidísima de hacer
- se puede preparar 2-3 días antes
- se puede transportar (en moldes)
Más pannacottas:
Ingredientes
- 1 litro nata 35% m.g.
- 12 gramos gelatina
- 4 naranjas la ralladura
- 250 gramos azúcar puedes bajarlo un poco, hasta 200 g
Elaboración paso a paso
- Hidrata la gelatina (en un bol de agua fría, pon las hojas de una en una).
- Pon la nata en un cazo, añade la piel de las naranjas (intenta sacar solo la parte naranja) y el azúcar. Calienta hasta que el azúcar esté derretido y casi llegue a hervir.
- Añade la gelatina (coge las hojas de una en una, estrújala bien y échala a la nata, mezclando con una cuchara). Deja entibiar un poco, mezclando de vez en cuando.
- Echa la mezcla a los moldes (yo uso unas flaneras muy pequeñas porque me gusta así, lo ideal es algo fácil de desmoldar, de metal mejor creo pero no uso silicona así que no tengo experiencia en eso) y a la nevera 6-8 horas (si es más tiempo no pasa nada).
- Al momento de servir, desmolda la pannacotta (un poco de calor ayuda, submerge el molde hasta el borde en agua caliente; también repasa el borde con la punta de un cuchillo afilado) y sirve, acompañado de algo simple.Yo acompañé de physalis porque encontré, habría quedado bien una frambuesa, de maravilla grosellas rojas (mi fruta más deseada), o, al ser naranja, una salsa de chocolate negro fundido.
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