Este mes todas las recetas giran alrededor de la mesa de fiestas. Son recetas fáciles de hacer pero que pueden aportar algo distinto, cosa necesaria este año que probablemente pasaremos la Navidad y la Nochevieja con nuestros convivientes (palabro 2020 #18567) y tendremos una situación insólita: por un lado no hay posibilidad de repartir la jugada (Paco se encarga del principal, María del postre y Alberto de los aperitivos) y por otro seremos pocos en la mesa (así que igual pegarse la paliza para 4 no resulta tan apetecible).
El paté de mi infancia
Ni busqué otras recetas, fui directa a la fuente: «Mamá, me pasas tu receta del paté de hígado?». Ella, alagada y tecnológica, me pasó el escaneado de una página de La Cucina Italiana de 1985, con sus anotaciones y actualizaciones. Así que sin picadora de carne y sin tamiz, pero armada de minipimer, me puse a replicar el sabor de las cenas en casa cuando había muchos invitados.
Porque esta recetas, con muy pocos ingredientes y un coste bastante ridículo, da para muchos canapés.
Si no te gusta el hígado, no desesperes. A mi de niña no me gustaba pero adoraba este paté. La palabra secreta es MANTEQUILLA. Bueno, las hierbas aromáticas y el Oloroso ayudan. Todos juntos crean un aroma delicioso donde el hígado hace de fondo necesario.
Consejos finales
- Cuando vayas a hacer el paté, el recipiente donde guardarás el resultado final será donde se vaya a servir: elije entonces un cuenco bonito o, mejor aún, 2 o más más pequeños, para que cada uno se pueda servir.
- Este paté está rico frío pero no de nevera: mejor sacarlo un poco antes (siempre cubierto con película).
- Si te importa la presentación y no eres una lerda como yo, una pequeña ramita de romero en el medio creo que le queda bien. Seguro que se te ocurren cosas mejores. El sabor del paté es inversamente proporcional a su fotogenia.
- Para servirlo: pan rico, si está ligeramente tostado mejor, y si no tira de algo del supermercado pero que sea de buena calidad. En la receta recomiendan pan brioche tostado, seguro que queda estupendamente. Mi querida Isa dice que ella lo come con pepinillos, tendré que explorar esta opción.
material
- batidora o minipimer
Ingredientes
- 180 g cebolla
- 200 g mantequilla
- 2 hojas salvia
- 2 hojas laurel
- 1 ramita romero
- 60 g tocino
- 500 g hígado de ternera
- 100 ml oloroso seco
- 50 ml whisky
Elaboración paso a paso
- Preparar los ingredientes: cortar la cebolla en láminas finas, el tocino en daditos y el hígado, limpio, en tropezones. Sacar la mantequilla de la nevera y cortarla en dados para que se vaya ablandando.
- En una cazuela o en una sartén amplia derretir unos 40 gramos de mantequilla, luego añadir la cebolla y las hierbas aromáticas. Dejar sofreír dulcemente hasta que la cebolla esté completamente cocinada -tendrá que estar tierna y translúcida.
- Añadir el tocino y el hígado y seguir cocinando, mezclando de vez en cuando, unos diez minutos.
- Añadir el Oloroso y el Wishky y cocinar unos diez minutos a fuego fuerte, para que vaya evaporando el alcool. Bajar el fuego y dejar cocinar unos cinco minutos más. Debería quedar poco líquido.
- Dejar enfriar y quitar las hierbas aromáticas.
- Triturar el paté en una batidora o con la minipimer -se puede hacer en varias tandas, mezclando al final.
- Añadir la mantequilla y volver a triturar, incorporando bien todo. Al final obtendremos un paté cremoso, quizás ligeramente granuloso (al enfriar se notará mucho menos), y riquísimo. Este es el momento de arreglar de sal (ten en cuenta que al enfriar la sensación de sal será inferior) y si quieres puedes añadir un chorrito más de Oloroso.
Venezia en invierno dice
Gracias por compartir la receta, Anna. Quiero que sea lunes para ir al súper a por los ingredientes. Felices fiestas!