Un risotto con espinacas y queso, para tomar casi con cuchara.
Es casi un plato de ensamblaje: por un lado preparas un risotto sencillo, por otro preparas la crema de espinacas. Arroz y espinacas se juntan al final del todo porque si se incorporan durante la cocción pasan dos cosas: el verde se vuelve oscuro con el calor, y el arroz no cuece bien, porque la fibra de la espinaca impide que se absorba bien el caldo.
En cuanto al queso que se añade a plato ya servido, si puede ser uno acidito y cremoso, mejor: a mí me gusta uno de leche cruda (no en la DO) que a veces encuentro en Gadis, Queixos Pacita. Tú échale lo que quieras, pensando en textura (cremosa) y sabor (suave y con un punto ácido).
Raciones: 4
Ingredientes
- 300 g arroz redondo para risotto
- 400 g espinacas frescas limpias
- 50 g queso del país tipo Arzúa-Ulloa o Tetilla
- 20 g mantequilla
- 30 g Parmigiano reggiano o Grana Padano rallado
Elaboración paso a paso
- Haz un risotto simple: tuesta el arroz y cuécelo añadiendo agua caliente o caldo poco a poco. Si no sabes cómo hacer risotto, puedes empezar aquí: Risotto con setas -introducción al risotto).
- Mientras el arroz se va haciendo, cuece las espinacas frescas. Puedes hacerlo al vapor o al microondas.
- Tritura las espinacas, con la menor cantidad de líquido posible.
- Cuando el arroz esté al punto incorpora un poco de la crema de espinacas (depende de qué punto de soposidad te gusta), un poco de mantequilla si quieres y abundante queso rallado (Parmigiano o Grana). Mezcla bien.
- Ya en la mesa, una vez servido el risotto, añade en cada plato unos trocitos de queso: en Italia le pondría stracchino, en España le echo un queso tipo Arzúa Ulloa.
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