Si quieres explorar recetas vegetarianas (veganizables si sabes ya qué lácteos veganos te gustan) las de Ali Slagle en el New York Times no suelen fallar. Con menos guirigori que Ottolenghi, tiene sabor y es realmente fácil de ejecutar.
Estos tomates al curry con garbanzos y yogur con pepinos (es un tzatziki prácticamente, pero quizás Slagle sabe cosas y es mejor no enfadas a los griegos) los puedes hacer para una comida casi de diario, sobre todo si usas garbanzos de bote.
Por un lado haces el tzatziki (yogur, pepino picado o rallado, ajo, limón, aceite), por otro salteas los tomates cherry con un poco de curry y al final añades los garbanzos, y sirves todo junto con, si quieres y tienes, albahaca y pistachos, que no hacen una gran diferencia (así que haz la receta aunque no los tengas) pero añaden un poquito de frufrú que alegra el día.
Yo lo tomé con arroz blanco, pero creo que con un buen pan de pita (para una cena con invitados haría yo el pan, que es una tontería realmente, si estás en el grupo telegram pídeme la receta) está aún mejor. Podrías llevarte esto de tupper también -pseudotzatziki y garbanzos en dos contenedores separados, por ejemplo. Comer vegetariano no es aburrido ni sin sabor, y aunque sea sustituyendo una comida a la semana algo estás haciendo (para ti, para los animales y para el mundo).
Si quieres ver la receta original, es Curry Tomatoes and Chickpeas With Cucumber Yogurt en el New York Times (el enlace es gratuito).
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