Tortellini alla panna

Entiendo la confusión.

Después de una infancia a base de tallarines con nata y bacon, llegan los italianos a decirte que esa no es carbonara, y que la nata mal. Y tú, a regañadientes quizás, les prestas atención y descubres el placer de la pasta con tomate, del aceite de oliva, de la Cocina Mediterránea™, entrando en la secta #mediterraneamente.

Ahora llego yo y te digo que por supuesto que se puede usar la nata con la pasta. Depende qué nata, en qué pasta, cómo la añades, y a qué.

el norte es lo que tiene

En la cocina del norte de Italia nata y mantequilla son ingredientes comunes y lógicos: hay pastos, hay vacas, hace frío. Si apreciamos la cocina por su temporalidad y localidad, es necesario aceptar la nata en cierta cocina italiana. Es verdad que ahora no vivimos solo de lo que podemos producir 100 kilómetros a la redonda (en realidad nunca lo hicimos, comerciamos desde los tiempos de los Fenicios y este comercio es el que ha permitido la comunicación de saberes además de objetos). También sabemos que nuestra falta de actividad física necesita una alimentación más ligera, y usamos el aceite de oliva en más cantidad. Tampoco hay que olvidar que muchas de estas recetas, como la lasagna o los tortellini de hoy, eran platos excepcionales, de la fiesta, que se comían dos veces al año con suerte. O platos poco equilibrados como la polenta concia eran comidos por personas que no comían mucho más y hacían mucho esfuerzo en la montaña.

Vamos a recolocarnos: estamos en España, en 2025, tenemos un trabajo sedentario, tenemos acceso a ingredientes y productos de medio mundo. Lo que comemos ya no está tan determinado por las circunstancias como en 1925 (aunque sí por lo que la distribución decide empujar en sus lineales, pero este es otro discurso), así que es solo nuestra voluntad la que se interpone entre nosotros y comer tortellini con nata todos los días.

tortellini con nata esiten

Toda esta parrafada para decirte que sí, tortellini con nata esiten. En general, condimentar las pastas, sobre todo frescas, con un poco de nata, es algo que se hace en Emilia y Piemonte, en el recetario tradicional, y es algo que se puede extrapolar a recetas más contemporáneas.

Un poco de nata. Una de las cuestiones es esta. La otra, qué nata. En Italia se encuentra nata fresca pasteurizada, no uperizada, que es otro universo respecto a la que se encuentra en España. Cocinar con esta nata no tiene nada que ver. Tiene también otro precio, mira las fotos: entre 5€ y 7€ el litro, y son precios de hace 8 años. Claro que esa nata la vas a usar con ojo, en la cantidad justa.

Esto viene al caso porque en febrero compré en Casabase estos tortellini frescos, confeccionados, de Bologna. Tortellini pequeños, delicados, de hoja fina. Difíciles de encontrar incluso en tiendas especializadas, por la sencilla razón que la clientela no los quiere. Pedís tortelloni grandes, o ravioli – formatos que también son más fáciles de hacer a mano, o a máquina. Los tortellini son muy pequeños, más delicados de hacer, y más caros.

Los tortellini se suelen tomar en caldo, pero hay esta variante, con nata (y a veces jamón). Un poco Italia años ’80, pero hechos con cuidado sigue siendo un plato rico. Tortellini buenos, nata buena, jamón (cocido) bueno.

Yo tenía unos tortellini decentes, un jamón cocido decente, y la nata que pude encontrar. Con Parmigiano Reggiano, y nada más. En la newsletter hay una publicación dedicada a comer en Bologna, en el mapa encontrarás sitios clasiquísimos donde encontrar un buen plato de tortellini alla panna. En el blog de Monica Campagnoli, la receta de los tortellini, por si te atreves a hacerlos.