Poner a hervir abundante agua para cocer la pasta. Acuérdate de echarle sal antes de añadir la pasta.
Mientras hierve el agua y se cuece la pasta, preparar el pesto.
Descongelar los guisantes: en el microondas pocos minutos será suficiente.
Poner en el vaso de la batidora los pistachos (reserva algunos para decorar), el queso y la menta. Tritura hasta conseguir que el queso y los pistachos estén como rallados finos.
Añadir los guisantes, con un poco de agua si es necesario, y triturar bien.
Incorporar el aceite de oliva, poco a poco, hasta conseguir una textura cremosa y densa. Ajustar de sal.
En una sartén amplia, donde quepa también la pasta, poner el pesto y calentar con un poco del agua de cocción de la pasta.
Escurrir la pasta muy al dente y añadirla a la sartén con el pesto. Mezclar para que se incorporen todos los ingredientes y se absorba el agua añadida.
Servir con pimienta negra recién molida y decorando con unos pistachos picados, unas hojas de menta y, queriendo, unos guisantes enteros.